¿Cansada de las puntas abiertas y secas? Nuestro cabello sufre mucho maltrato, desde las herramientas y productos de peinado hasta los factores ambientales diarios. Aquí tienes algunos consejos para mantener tus puntas sanas.

Recórtelos regularmente

No importa lo bien que cuides tu cabello, el peinado, el lavado y los factores ambientales diarios causan daño, por lo que no puedes prevenir las puntas abiertas por completo. Inevitablemente, será necesario cortarlo en algún momento para controlar las puntas abiertas. Sin embargo, un cuidado adecuado te permitirá extender la cita de corte a cada ocho o doce semanas, o incluso más. Revísalas regularmente. Si ves una punta abierta, usa unas tijeras y córtala. Dejar la punta abierta sin cortar no es buena idea, ya que podría empeorar y extenderse hasta la raíz.

Engrasa tu cabello antes de lavarlo

El lavado puede dañar el cabello. Cuando se moja, absorbe agua y se hincha. En este estado, es muy frágil y, por lo tanto, es más fácil que se quiebre o se astille. El aceite forma una capa protectora alrededor del cabello, reduciendo el daño durante el lavado. Además, nutre el cabello y ayuda a restaurar su equilibrio de hidratación. Algunos de los mejores aceites para tratamientos de prelavado son el aceite de coco, el aceite de sésamo, el aceite de jojoba y el aceite de almendras.

Secar el cabello suavemente

El cabello mojado es frágil y vulnerable a los daños. Secarlo con fuerza con una toalla crea enredos y rizos en muchas direcciones antinaturales, lo que provoca rotura y puntas abiertas. En lugar de eso, seca el cabello mojado con una toalla dando suaves toques para eliminar el exceso de agua.

Utilice un peine de dientes anchos

La mejor manera de desenredar el cabello después del champú es con un peine de dientes anchos. Empieza por las puntas y ve subiendo suavemente a lo largo. Si encuentras un enredo, detente y desenrédalo suavemente con el peine o los dedos y luego continúa.

Protege tu cabello de los elementos

Factores ambientales como el sol, el viento y el frío también perjudican el cabello. La exposición prolongada al sol puede dañarlo, dejándolo seco y quebradizo, y más propenso a la rotura y a las puntas abiertas. De igual manera, el viento frío puede ser igual de agresivo para el cabello.

Siempre que salgas al exterior, bajo el sol abrasador o el viento frío, debes proteger tu cabello. Usar una bufanda, un sombrero o una gorra retendrá la humedad y lo protegerá de las inclemencias del tiempo. Además, son excelentes accesorios y disimulan los días de mal cabello.

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