La dureza o suavidad del agua de tu casa puede afectar tu experiencia en la ducha. Esto se debe a que la acumulación de minerales en el agua dura puede dificultar la formación de espuma al lavarte el cabello con champú y acondicionador. Por lo tanto, si notas que no se forma espuma al mezclar agua y jabón, es probable que se trate de agua dura.

El agua blanda es aquella que tiene una cantidad muy baja de minerales disueltos, ya sea de forma natural o porque ha sido tratada para ablandarla. No presenta ninguno de los problemas de acumulación mencionados anteriormente, y el agua del grifo tiene un sabor ligeramente salado.

Tratamiento del cabello con agua dura

Si el agua dura es un problema en tu hogar, podrías notar que tu cabello se siente grumoso y pajoso. Esto se debe a que el exceso de minerales del agua se combina con el champú para formar una sustancia pastosa que se adhiere al cabello, de forma similar a los residuos de jabón que se adhieren a las paredes de la ducha. Tu primera reacción podría ser lavarte el cabello con más frecuencia para eliminar los residuos de jabón; sin embargo, cuanto más a menudo te laves el cabello con agua dura, menos humedad podrá penetrar eficazmente en las fibras capilares. Esto resulta en un cabello seco, áspero y encrespado, además de resecar el cuero cabelludo y causar caspa.

También podrías notar que a tu cabello le cuesta más retener el color. Los minerales del agua dura se depositan en el tallo capilar, lo que a menudo provoca que el cabello teñido adquiera un tono cobrizo. Los lavados frecuentes también pueden acelerar la pérdida de color. Si tienes problemas con el cabello teñido por la dureza del agua, la buena noticia es que existen soluciones que pueden ayudarte a domar tu melena.

  1. Utilice un champú clarificante

Una forma de mantener tu cabello con un aspecto estupendo y un buen comportamiento es lavarlo de vez en cuando con un champú clarificante. El champú clarificante es diferente del champú diario, ya que absorbe los minerales del agua y los restos de productos del peinado, mientras que el champú común solo elimina el exceso de grasa del cabello y el cuero cabelludo.

Es importante tener en cuenta que los champús clarificantes están diseñados para eliminar los residuos difíciles y la acumulación de minerales del cabello, y pueden ser agresivos si se usan con demasiada frecuencia. Para combatir la dureza del agua, deberías incorporar un champú clarificante a tu rutina de ducha una o dos veces al mes.

  1. Crea tu propio enjuague de vinagre

Una solución casera para proteger el cabello del agua dura es usar un enjuague con vinagre. Debido a su acidez, el vinagre elimina la acumulación de minerales como el magnesio y el calcio del cabello.

El vinagre blanco destilado funciona; sin embargo, el vinagre de sidra de manzana es el más recomendable para este enjuague. Para prepararlo, simplemente mezcla una cucharada de vinagre con tres tazas de agua. Aplica esta mezcla cerca del cuero cabelludo después del champú y déjala actuar unos minutos antes de enjuagar. Para conservar la hidratación del cabello, aplica este enjuague una vez por semana.

  1. Enjuague con agua embotellada o filtrada

Otra opción para proteger tu cabello del agua dura es usar agua embotellada o filtrada para el enjuague final en la ducha. Si bien ninguna de estas opciones ofrece una solución permanente al agua dura en casa, esta puede solucionar temporalmente la indisciplina del cabello causada por la acumulación excesiva de minerales.

Tener botellas de agua cerca de la ducha puede resultar incómodo y, con el tiempo, puede resultar un gasto considerable. Otra alternativa más sostenible es usar agua filtrada de una jarra o garrafa.

  1. Protege tu cabello para siempre con un suavizador de agua

Existen soluciones para aliviar temporalmente el cabello plano o graso causado por el agua dura, pero para obtener resultados duraderos y continuos, instalar un suavizador de agua es el camino a seguir.

Los suavizadores de agua eliminan el calcio y el magnesio del agua de tu hogar, dejándote agua suave y un cabello suave y manejable. El agua suave requiere menos jabón y menos enjuagues para lograr resultados óptimos, lo que significa que tu cabello conservará su color y condición por mucho más tiempo. Además, equilibra el pH del cabello, dejándote un cabello sedoso y suave después de cada lavado.

Y, como beneficio adicional, el agua blanda puede ayudar a reducir problemas tópicos como los brotes de eczema y la piel seca.

Tratamiento del cabello con agua blanda

Lavar el cabello puede ser complicado cuando el agua está muy blanda. Se tarda más en eliminar completamente la laca y otros productos de peinado, lo que provoca la acumulación de producto en el cuero cabelludo. Esto es especialmente problemático si tienes el cabello naturalmente graso o fino: los restos de producto en el cuero cabelludo lo apelmazan y lo hacen sentir más graso.

Lávate el cabello tres veces por semana, enjabonándolo al menos dos veces y terminando con una pequeña cantidad de acondicionador. Es fundamental usar un buen champú sin sulfatos ni parabenos. Revisa siempre la lista de ingredientes. Los productos de peinado para dar volumen y texturizar ayudan a contrarrestar la flacidez, pero úsalos con moderación para que haya menos cantidad que eliminar con el champú.

Puede que el agua sea dura o blanda, pero no te preocupes. Y si no notas ningún efecto adverso, no hay motivo para tratarla. Pero si has ajustado tu rutina de belleza y no notas ninguna mejora, podría valer la pena revisarla.

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