Todos conocemos los aspectos básicos del cuidado del cabello largo, pero las necesidades del cabello corto son muy diferentes. Aquí tienes algunos consejos profesionales:

Peinar con menos frecuencia

El cabello corto no necesita cepillarse tan a menudo como el largo y es menos propenso a enredarse. Cepillarlo con los dedos suele ser suficiente para darle forma y peinarlo. Para peinarlo, usa los dedos para darle forma y volumen en la raíz.

Usa un hisopo de algodón para eliminar los cabellos sueltos

A todos nos ha pasado: te despiertas por la mañana y tu cabello desafía todas las leyes naturales, erizado en ocho direcciones diferentes. Si no tienes tiempo para ducharte, humedece un algodón y pásalo suavemente por el cabello para eliminar esos bultos que se levantan de raíz.

Controla el volumen con productos

Un corte más corto maximiza el volumen natural, así que la clave está en usar productos que aporten textura y fijación. Es importante que el cabello corto tenga estructura, por lo que encontrar los productos adecuados es esencial.

Recorta tu cabello regularmente

Córtate el pelo cada tres a seis semanas. Puede parecer excesivo, pero los peinados más cortos, sobre todo los más cortos, requieren un poco más de mantenimiento que un corte normal. El corte de pelo de camisa se basa en un corte perfecto. Conseguir la estructura, el largo y el grosor adecuados para la forma de tu rostro es clave.

Lávate el cabello a diario

Los peinados cortos requieren más lavados. Esto se debe a que pueden engrasarse más rápido, aunque la cantidad exacta de lavados dependerá de cómo responda a la cantidad de grasa que produce el cuero cabelludo.

Si decides lavarte el cabello a diario, prueba una mascarilla hidratante, como nuestra Mascarilla Capilar de Keratina, para combatir la sequedad. También puedes optar por un champú mejor, como nuestro Champú Revitalizante Marroquí con Aceite de Argán, Biotina y Keratina, si piensas lavarte el cabello con más frecuencia.

Enjuague con un chorro de agua fría para un brillo extra.

La próxima vez que te laves el cabello, remata con un chorro rápido de agua fría. Esto aliviará el daño causado por el calor durante la ducha, que a menudo puede provocar cutículas astilladas.

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