¡El invierno ya llegó! Si bien es hora de agradecer a las estrellas por acabar con todo el daño solar que tu cabello estaba sufriendo, también es hora de empezar a planificar una rutina de cuidado capilar adecuada para el invierno. Puede que el verano se haya ido, llevándose consigo sus problemas, pero el invierno trae consigo una nueva serie de problemas que debes afrontar.

Si bien la temporada es perfecta para relajarse con una taza de chocolate caliente, no se puede ignorar que el clima seco y sombrío puede dañar el cabello si no se toman las precauciones adecuadas. A tu cabello le cuesta más retener la humedad, volviéndolo quebradizo y propenso a romperse y dañarse, sin mencionar el frizz y la estática que suelen acompañar a tu ropa de invierno. Sin embargo, estos problemas se pueden evitar fácilmente si sigues una rutina de cuidado capilar adecuada para el invierno.

COMBATE LAS ESCAMAS

Durante los meses de invierno, el cuero cabelludo está más seco y con más picazón que nunca debido a la falta de humedad. Esto provoca problemas como caspa y una mayor irritación del cuero cabelludo, lo que puede provocar la caída del cabello. Lo que la mayoría de la gente no sabe es que la caspa puede ser muy manejable con el cuidado adecuado. Solo necesitas un par de cucharadas de aceite de oliva o de coco y una cucharadita de jugo de limón. Calienta el aceite durante un par de segundos hasta que esté tibio y luego mézclalo con el jugo de limón. Masajea el aceite en el cuero cabelludo y déjalo actuar de 20 a 30 minutos. Enjuaga con champú y acondicionador.

CONTROLA EL FRIZZ

Una de las cosas más molestas del invierno es la estática. Las sudaderas, los suéteres, las bufandas, los guantes y los gorros se acumulan en tu cabello, dejándolo encrespado y lleno de estática. Para solucionarlo, usa un cepillo ventilado con cerdas de plástico y de jabalí mientras te peinas. Lava tu cabello solo con agua tibia, no con agua caliente, ya que esta última eliminará los aceites naturales que lo protegen y nutren. Aplica un acondicionador sin enjuague para mantener tu cabello suave.

BRILLA Y REBOTA

La falta de hidratación en invierno no solo reseca el cuero cabelludo y encrespa el cabello, sino que también lo deja opaco y sin vida. Cepíllate o péinalo con un peine de madera de dientes anchos para desenredarlo y aplica miel cruda desde la raíz hasta las puntas. Cúbrete el cabello con un gorro de ducha o una toalla y déjalo actuar durante unos 30 minutos. Enjuaga con agua tibia. La miel es un humectante que retiene la humedad y ayuda a restaurar el brillo y la elasticidad del cabello opaco y dañado.

ACEITE DE OLIVA PARA MANTENER LA SALUD DEL CABELLO

Calienta dos cucharaditas de aceite de oliva y masajéalo lentamente en el cuero cabelludo. Este masaje lento ayuda a que el aceite penetre profundamente en las raíces. Esto ayudará a mantener el cuero cabelludo hidratado y mejorará la circulación sanguínea, asegurando que los folículos reciban suficiente nutrición. También evitará la caída del cabello. Opcionalmente, puedes usar unas cucharadas de aceite para cubrir todo el cabello como tratamiento de acondicionamiento profundo.

SECANDO TU CABELLO

Secarte el pelo por completo puede ser un fastidio, sobre todo si tienes el pelo largo. Pero nunca, repito, nunca te recojas el pelo mientras aún esté húmedo. El pelo y el cuero cabelludo pueden provocar muchos problemas como caspa, rotura y puntas abiertas. Tampoco debes frotarte el pelo con una toalla, ya que la fricción lo dañará. La mejor manera de secarlo es escurrir suavemente el exceso de humedad con una toalla y luego usar un secador en la configuración fría. Si usas aire caliente para acelerar el secado, asegúrate de mantener el secador al menos a 15 centímetros de tu pelo.

ACONDICIONAMIENTO

Tu cabello necesita toda la hidratación posible durante el invierno, por lo que el acondicionador es fundamental en tu rutina de cuidado capilar. Usar aceites capilares y mascarillas de acondicionamiento profundo al menos una vez por semana es fundamental para mantener la salud de tu cabello. Es importante que termines cada lavado con acondicionador. Lava tu cabello con champú y enjuágalo bien. Una vez que hayas enjuagado toda la espuma, comienza a aplicar el acondicionador de medios a puntas. Concéntrate en las puntas, ya que son las partes más viejas y dañadas de tu cabello. Deja actuar el acondicionador durante unos minutos y luego enjuágalo con agua fría o tibia. Se recomienda terminar el lavado con agua fría, ya que esto sellará la hidratación y dejará tu cabello suave y con un aspecto brillante.

Incorpora estos consejos a tu rutina de cuidado capilar y tu cabello ni siquiera notará la llegada del invierno. Un poco de cuidado extra puede ser muy beneficioso para la salud capilar.

fuente: https://www.stylecraze.com

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