Puede parecer una tarea sencilla: coger un secador, apuntar y aplicar calor. Pero requiere práctica. Y puede que estés cometiendo errores simples que dañan tu cabello aún más que tu apariencia. Aquí tienes algunos consejos para conseguir un secado espectacular en casa siempre.
La herramienta marca la diferencia
Empecemos por el principio: invertir en una herramienta de alta calidad es importante, sobre todo si tienes mucho cabello o lo secas con secador con frecuencia. Si tienes el cabello grueso, probablemente lo estés dañando más con un secador barato que invirtiendo en uno bueno que lo proteja y lo seque más rápido.
Los secadores de alta gama suelen incluir funciones inteligentes para el cuidado del cabello, como alta potencia, múltiples ajustes de calor, aire frío y tecnología iónica. Esta última ayuda a controlar el encrespamiento, aporta brillo y reduce el tiempo de secado. La tecnología iónica de los secadores ayuda a descomponer las moléculas de agua más rápidamente, lo que acelera el secado. Cuanto menos tiempo esté tu cabello expuesto al calor y mayor sea el control sobre la temperatura, más sano estará.
Tu cabello está recogido demasiado tiempo
Una toalla de algodón causa fricción en el cabello y es más propensa a dañarlo, provocando que se quiebre. Para eliminar el exceso de agua, usa una toalla de microfibra o una camiseta vieja y limpia. Aun así, no dejes que tu cabello se seque completamente después del champú, manteniéndolo cubierto solo unos 10 minutos. Lo mejor para la salud de tu cabello es dejarlo secar al aire antes de usar el secador.
Asegúrate de secar tu cabello según su textura. El cabello fino o medio puede secarse al aire un poco más, hasta alcanzar un 80% de sequedad, mientras que el cabello más grueso solo debe secarse hasta un 50% antes de usar el secador. Esto se debe a que es más fácil conseguir un buen alisado del cabello rizado o abundante cuando aún está ligeramente húmedo.
Si tienes el cabello rizado u ondulado y quieres realzar su textura natural, aplica el producto cuando esté muy mojado, retira el exceso con las manos y envuélvelo suavemente con una toalla de microfibra o una camiseta. Una vez que tus rizos dejen de gotear, puedes empezar a secarlos con secador.
Empezando con el pincel demasiado pronto
En el extremo opuesto del error de usar una toalla como turbante durante 30 minutos, está el de cepillar el cabello empapado con un cepillo redondo. No es recomendable salir de la ducha y usar inmediatamente el secador y el cepillo redondo para secarlo. Primero, intenta secar el cabello con secador, usando calor medio y velocidad baja. Si el cabello está muy mojado y se usa velocidad alta, se agitará demasiado, lo que puede causar puntas abiertas, enredos y frizz. Una vez que el cabello esté seco en un 80% después de secarlo con secador, puedes comenzar a dividirlo en secciones, darle forma y peinarlo con un cepillo redondo.
Olvidar usar protector térmico
Usar el producto adecuado antes del secado evitará que las puntas se quiebren y hará que el peinado dure más. Pero asegúrate de aplicarlo correctamente. Algunas personas, al usar un sérum para el cabello encrespado o un spray voluminizador, solo lo aplican en la parte superior del cabello, en lugar de cubrirlo por completo. A veces, simplemente se olvidan de la parte posterior.
Prueba a separar el cabello en secciones y aplicar el producto desde la mitad del cabello hasta las puntas. También puedes peinarlo.
Ignorando la boquilla concentradora
¿Conoces esa boquilla plana que se acopla al extremo del secador? ¡No la pierdas! Esa pequeña boquilla ayuda a concentrar el aire de forma más precisa y a proteger el cabello del exceso de calor, lo que es mejor para su salud y para peinarlo.
La boquilla crea una distancia entre el cabello y el borde del secador, que es el punto más caliente. Además, la boquilla concentra el flujo de aire; sin ella, el aire caliente se dispersa, provocando un encrespamiento indeseable.
Aunque no busques un peinado elegante, es importante usar la boquilla, por mucha pereza que tengas. Si prefieres un secado rápido y sencillo, aun así deberías aprovechar las funciones alisadoras del concentrador. Ayuda a optimizar el flujo de aire, lo que reduce los enredos y las puntas abiertas. Y eso significa menos cortes de pelo.
No todas las boquillas son iguales. Busca boquillas más finas; así, el flujo de aire será más directo. La boquilla más fina ayudará a dirigir el aire caliente directamente a las raíces y a conseguir más volumen en tus peinados.
A la hora de elegir un cepillo, el tipo que uses dependerá del resultado que busques y de tu tipo de cabello. Por lo general, el cepillo redondo es el favorito de los estilistas para conseguir un look voluminoso y con movimiento. Pero tienes opciones en cuanto al material de las cerdas. Para las mujeres con cabello liso que desean movimiento, las cerdas de cerámica son fantásticas. Para las mujeres que desean suavidad pero tienen cabello grueso y encrespado, las cerdas de jabalí son clave para proporcionar la tensión adecuada necesaria para lograr esa suavidad.
Comienza a secar desde la parte posterior de la cabeza.
Muchas mujeres cometen el error de empezar a secarse el cabello desde la parte posterior. Es mejor comenzar por las sienes, la línea del cabello y la coronilla, y luego ir hacia atrás hasta la nuca. De esta manera, se abordan primero las partes más visibles.
Y si tienes flequillo, esto va para ti. La parte delantera del cabello suele ser la más difícil de alisar —piensa en los remolinos y los mechones cortos— y también es la parte más visible de tu peinado. Si empiezas por la nuca, es probable que la línea del cabello se encrespe, así que empieza por lo más complicado.
No prestar suficiente atención a las raíces
Si quieres más volumen, levantar el cabello desde la raíz es fundamental. Si no tienes mucho tiempo o no eres profesional y deseas volumen, un buen truco es inclinar la cabeza hacia abajo y cepillar el cabello de manera que las raíces apunten en la dirección opuesta. Haz esto mientras aplicas un último golpe de calor con el secador. También puedes usar un peine de dientes anchos o tus manos.
Si quieres más volumen en la coronilla, puedes usar rulos grandes. Colócalos mientras el cabello aún esté caliente del secador. Sujétalo con una horquilla y deja que se enfríe para conseguir el máximo volumen y unas ondas bonitas.

