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Más allá del típico "día de mal cabello", el cabello a veces puede ser muy estresante, pero ¿lo estás empeorando? Desde pequeñas molestias personales hasta un importante control de daños, aquí te presentamos algunos de los errores más comunes que puedes cometer con tu cabello y cómo solucionarlos.
No proceses demasiado tu cabello para adaptarlo a una tendencia.
Por qué: Teñirse el cabello con demasiada frecuencia puede dañarlo grave y visiblemente.
Cómo solucionarlo: Si tu cabello ya está frágil y seco, resiste la tentación de decolorarlo. Dale un descanso de unos meses y prueba tratamientos acondicionadores una o dos veces por semana. Para mantener un cabello sano, mantén un programa de coloración constante y aplica un tratamiento reparador con regularidad.
No dejes que los remolinos y el flequillo se sequen antes de peinarlo.
Por qué: Dejar que los remolinos se sequen al aire antes de peinarlos dificulta su manipulación y peinado. Esto puede provocar cabello suelto o que luzca despeinado y sin brillo.
Cómo solucionarlo: Una vez seco, rocía un poco de champú seco en las raíces para absorber cualquier aceite o sudor durante el día que pueda alterar tu peinado.
No… laves tu cabello todos los días.
Por qué: Lavarse el cabello con demasiada frecuencia puede provocar un exceso de sebo en el cuero cabelludo, lo que puede causar el síndrome del cuero cabelludo graso. Además, puede privar al cabello de los aceites que lo hidratan y lo mantienen sano.
Cómo solucionarlo: reduce los lavados y usa polvos para el cabello para prolongar la vida y la textura de tu peinado actual.
No te oscurezcas más de uno o dos tonos que tu color natural de cabello.
Por qué: si lo oscureces demasiado, el color puede parecer oscuro (como si lo hubieras aplicado tú mismo) y puede dar lugar a un aspecto apagado o deslavado en ciertos tonos de piel.
Cómo solucionarlo: Añade unos reflejos sutiles para enmarcar el rostro y suavizar un tono demasiado oscuro. Busca un color que realce tus rasgos, en lugar de que te apague. Intenta iluminar el cabello oscuro con un champú clarificante. Este producto ayuda a eliminar el exceso de minerales que pueden hacer que tu color se vea opaco.
No… seque el cabello boca abajo.
Por qué: El propósito del secado con secador es cerrar o sellar la cutícula. Dar la vuelta al cabello es, de hecho, empujar la cutícula hacia arriba y desgreñarlo. Crea volumen temporalmente, pero el cabello se aplanará, lo que anulará su propósito.
Cómo solucionarlo: En lugar de voltearte, párate derecho y usa un cepillo para jalar el cabello directamente hacia arriba. Luego, con la boquilla concentradora en el extremo, dirige el secador hacia la punta del cabello, lo cual cierra la cutícula. Al jalar el secador hacia afuera mientras lo secas, crearás automáticamente el volumen deseado.
No… peines el cabello con un cepillo demasiado grande.
Por qué: Los pinceles demasiado grandes pueden imposibilitar la creación de volumen.
Cómo solucionarlo: Usa un cepillo de 5 o 6 cm de diámetro para obtener mejores resultados. Un cepillo de cerdas de jabalí es ideal para alisar y dar volumen. Los cepillos de cerámica son mejores para los rizos, pero no ofrecen la tensión necesaria para un volumen óptimo durante el secado.
No… hagas un cambio importante de color de cabello más de una vez al año (si tu cabello es largo) o cada seis meses (si tu cabello es corto).
Por qué: El cabello crece un promedio de quince centímetros al año. Esto significa que esperar de seis meses a un año entre cambios de color proporcionará suficiente tiempo de recuperación para mantener el cabello brillante y sin daños. Esto es especialmente importante cuando se va a aclarar u oscurecer varios tonos.
Cómo solucionarlo: Haz un cambio radical gradualmente. Por ejemplo, si te has teñido el pelo de castaño oscuro y decides que quieres rubio, intenta hacerlo por etapas: castaño claro dorado, rubio oscuro dorado y rubio brillante, durante un par de meses. Para cuidar tu cabello entre cada coloración, especialmente tras cambios importantes, usa un acondicionador profundo rico en vitaminas y aceites esenciales. O, si sientes la necesidad de un cambio de color drástico, lo mejor es cortarte el pelo significativamente al mismo tiempo.

