Con el mantenimiento y cuidado adecuados, sus herramientas funcionarán y mantendrán su cabello con buen aspecto durante muchos años.

SECADORES DE PELO

Toma tu secador y revisa la parte trasera, donde está la ventilación. ¿Lo ves? Es pelusa… y suciedad. Probablemente cubre el filtro por completo. A menos que el tuyo sea nuevo o esté recién limpiado, muchos tenemos la culpa de tener un secador obstruido. Toda esta suciedad y pelusa acumulada bloquea la ventilación que un secador necesita para funcionar correctamente y de forma segura.

Paso 1: Retire la cubierta posterior (generalmente se quita fácilmente; si no es así, consulte el manual de instrucciones).

Paso 2: Retire el filtro y límpielo con herramientas pequeñas (hisopos, cepillo de dientes, palillo, pinzas, etc.). Luego, enjuáguelo con agua tibia y déjelo secar completamente. Si no ve cómo acceder al filtro del secador, consulte el manual de instrucciones para saber cómo limpiarlo.

Paso 3: Mientras se seca, dale un poco de cariño a tu secador de pelo y frota la boquilla y el cuerpo con un paño húmedo para limpiar cualquier acumulación de productos para el cabello.

PLANCHAS Y RIZADORES

¡No dejes que la acumulación de producto pegajoso en tus rizadores y planchas te queme el cabello y te provoque puntas abiertas! Para mantener tus herramientas de calor en perfecto estado, es importante limpiarlas bien para eliminar esos residuos.

Asegúrese de que estén desenchufados antes de empezar. Humedezca un paño con agua y frote las superficies repetidamente para eliminar la mayor cantidad de acumulación posible. Si el agua no funciona, añada un poco de alcohol isopropílico (o un limpiador de hierro profesional, si lo desea). Seque completamente la herramienta caliente antes de usarla.

Consejo n.° 1: La acumulación de producto se desprende con mayor facilidad cuando las herramientas calientes están tibias (no calientes). Para ello, conecte la herramienta durante unos segundos y recuerde desenchufarla antes de empezar a limpiar.

Consejo n.° 2: Recuerda nunca sumergir tus rizadores y planchas en agua: esto es peligroso y arruinará tu plancha.

PINCELES

Piensa en lo que se queda pegado en tu cepillo (además del pelo, claro): polvo, laca, grasa del cuero cabelludo, otros residuos de producto, gérmenes y otras partículas sueltas. ¡Ahora piensa en lo que pasa si no lo limpias durante semanas! ¿De verdad quieres cepillar todo eso en tu pelo recién lavado? Creemos que no.

Paso 1: Toma cualquier herramienta larga y delgada (un peine de cola de rata o unas tijeras cerradas), deslízala por debajo de todo el pelo atascado en el cepillo y tira suavemente hacia arriba hasta que se suelte de las cerdas. Claro que, si no hay mucho pelo, puedes sacar fácilmente lo que quede con la mano después de cada cepillado.

Paso 2: Ahora, a lavar. Llena el lavabo con agua tibia y vierte un poco de champú limpiador. Déjalo actuar un rato o usa un cepillo de dientes viejo y retira con cuidado la acumulación de suciedad en la base del cepillo o peine.

Paso 3: ¡Listo! Todo limpio. Deja que los cepillos se sequen al aire o usa un secador para un resultado más rápido. Algunos cepillos pueden tardar más en secarse, así que quizás sea buena idea dejarlos secar toda la noche.

ACCESORIOS PARA EL CABELLO

¡Recuerda tus diademas, coleteros, gomas para el pelo y pinzas! También acumulan productos capilares, además de sudor y contaminación del exterior. De vez en cuando, tíralos al lavabo con agua tibia y unas gotas de champú. Frota suavemente cada accesorio y luego sécalos con una toalla.

Recuerda, cuanto mejor cuides tus herramientas para el cabello, ¡mejor cuidarán ellas tu cabello!

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