Todos pensamos en nuestra piel cuando estamos en la playa, pero queremos llamar tu atención sobre un aspecto potencialmente dañino de pasar un día en la playa: el daño capilar causado por el agua salada. Probablemente te preguntes qué tiene de malo darse un chapuzón en el mar. ¿Acaso el agua salada no es curativa? Sí, ayuda a desintoxicar la piel, reducir la inflamación y tratar heridas, entre muchos otros beneficios. Pero la sobreexposición al agua salada puede causar estragos en tu cabello.
El contenido de agua de tu cabello es lo que lo hace elástico e hidratado, al igual que tu piel. Y, al igual que tu piel y el resto de tu cuerpo, tu cabello puede deshidratarse y resecarse si se pierde demasiada humedad por evaporación. Y aún más si esa humedad no se repone. Como el mar tiene un alto contenido de sal, es osmótico, lo que significa que extrae agua del cabello. ¿El resultado? Mechones secos, resecos y quebradizos. El cabello se vuelve opaco, enredado, áspero y puede ser difícil de peinar o cepillar, especialmente si tienes el cabello teñido.
Después de lavarte el cabello con champú, puede que incluso notes que tarda más en secarse con secador o que tienes problemas para rizarlo o fijarlo. En su peor forma, el daño causado por el agua salada provoca que las puntas del cabello se abran y comience a romperse. Para evitar que el agua salada dañe tu cabello, sigue estos pasos recomendados por expertos antes y después de salir de la playa.
1. Lava tu cabello con un tratamiento acondicionador prechampú o aplica un producto para antes de tomar el sol y nadar. Esto ayudará a mitigar los rigores del verano y evitará que el color del cabello se desvanezca por la exposición al sol.
2. El acondicionador sin enjuague es imprescindible para mantener el cabello hidratado y suave, y para evitar que el agua salada lo dañe. Busca un acondicionador en aerosol que puedas llevar en tu bolso de playa y reaplicar a lo largo del día.
3. Para proteger tu cuero cabelludo de los rayos UV, usa una crema capilar protectora con FPS sobre el cabello y la raya del pelo. Otro método sencillo pero efectivo es empapar un hisopo con protector solar de amplio espectro y aplicarlo directamente en la raya del pelo. Es importante hacerlo antes de ir a la playa para que tenga tiempo de absorberse y ofrecer una cobertura y protección completas.
4. Para un tratamiento casero después de la playa, puedes preparar una mascarilla capilar con miel tibia y suero de leche. La miel restaurará la hidratación y el brillo, mientras que el suero de leche calmará el cabello seco y lo dejará sedoso.
5. Para una hidratación intensa que combata las puntas abiertas, bate dos huevos, unas cucharadas de aceite de oliva, medio aguacate maduro y 56 ml de agua purificada. Aplica la mezcla en el cabello con las yemas de los dedos, deja actuar durante 10 minutos y luego enjuaga.

